Cada vez que nace o creo de la nada un posible “cita” con vos, es algo increíble para mi, tu lo ves como un encuentro cualquiera mas, ya lo se, ni siquiera me lo tienes que decir, se nota cuando te hablo de encontrarnos. Si me confirmas el día, lugar y hora, ya el día anterior es una odisea para mi, la ansiedad me devora, todo es porque te voy a ver ti, seguramente esa noche no podré dormir, al leer esto seguro dirás “Que chiquilín!” y quizás tengas razón como siempre, aunque prefiero seguir siéndolo para no ahogarme en un vaso de miedos o melancolías grises que nublen para siempre mi vida.
Muchas veces trato de planear lo que te voy a decir, claro que es imposible, yo lo se muy bien, por mas que trate de idear la cita perfecta con las palabras coherentes y exactas para cada momento, seguramente cuando te tenga en frente ninguna saldrá y quedaré como un tonto enamorado al que le darás una palmadita como diciendo: “Seguís siendo un nene para mi” o “No se te ocurre nada bueno”.
Cuando te veo llegar, es un alivio inmenso, una brisa de aire fresco que acaricia mi corazón y cura la ansiedad sentida en la previa de tal encuentro, en verdad no se como describirte lo que siento cuando te veo venir a mi.
Ah pero eso si, cuando no llegas, cuando me dejas plantado, inventando excusas baratas o a veces ni siquiera te tomas el trabajo de inventarlas porque solo dices que te olvidaste ya que tienes mil cosas en la cabeza, yo también las tengo, mil cosas y mas pero encuentro el tiempo para pensarte y acomodar todo para verte, estar con vos y seguir en el buen camino de la relación…
Cuando no vienes y dices cualquier pavada como excusa, me demuestras que como mujer no vales nada y como novia mucho menos, ahí yo pienso: “Es una nena que se cree mujer, ya crecerá y no estaré ahí para verla”
1 comentario:
Tan cierto como siempre, no me siento aludida por este escrito, nunca te deje plantado y menos invente alguna tontería para justificarlo, sabes que no soy así. Besitos.
Victoria
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