(Mirándome al espejo)
El niño del pasado,
El niño del pasado,
Es el hombre admirado.
Te veo al espejo,
Tienes aires de señor.
Pasa el tiempo
Y sigue ese sentimiento.
Hay unas canas a los lados,
Te dan imagen de experimentado.
(Una mirada de un tercero)
El niño del pasado se fue
Pero pronto ha de volver.
Te mirara de reojo,
Tendrá respeto como yo.
Pasaran sus días
Sus sonrisas serán tu alegría.
Hay un padre en el espejo,
El suyo, el mío, el viejo.
(Observación del autor)
El niño está a tu lado,
Te admira demasiado.
No hay héroes para el,
Existe uno y es usted.
Sueña con igualarlo,
Ser el As, llegar a imitarlo.
Allá van, los dos de la mano,
Padre e hijo, verdadero amor.
1 comentario:
El amor de los padres es por siempre, nunca deja se ser... De pequeños los admiramos y deseamos ser como ellos y de adultos los comprendemos. Abrazos
Dulce
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