Caminábamos por el jardín del amor,
Sostenía tu mano y sentía tu dolor.
El cáncer te comía de a poco
Y tu no decías nada, mirabas el sol.
Tus ojos marrones se hicieron claros,
La mirada se hizo verano.
Corte una rosa celeste, te hice reír,
Te gustaban desde siempre y lo recordé ahí.
Nos arrodillamos al borde de un río,
Salpicaste agua hacia mi, iniciaste tu rito.
Tu sonrisa era el premio mas hermoso del mundo,
Escucharte chapotear por el agua sin disimulo.
Eras libre, no había agujas ni sueros,
Médicos, enfermeras ni el negro.
Sin ser un gran iluminado
Te hice una guirnalda de flores para tu cabello mojado.
Eras una princesa pequeña
En el jardín de las reinas.
En medio de tanta alegría,
Te vi caer, apagar tu sonrisa…
Llore.
Llore.
- Es mejor pensar que te fuiste así a describir como fue la verdadera forma en que te fuiste de mi lado. Algo de inspiración para esta triste despedida -
1 comentario:
Existe belleza en la exterior. pero en el alma puede existir una belleza eterna que opaca el exterior que nos lastima. Que bello recordar y hacer poesía de quien con cosas sencillas nos hizo sonreir... Abrazos
Dulce
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