martes, 2 de octubre de 2007

FINGÍAS, SIEMPRE FINGÍAS


Una lágrima por tu mejilla,
tristeza de algún día.

Decías ser melancolía,
ni una pizca de alegría.

Ahora lo veo, fingías,
siempre fingías...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No es complicado saber para quien es este poema, supongo que la destinataria y musa se llama Valeria, verdad? Hay cosas que se deben olvidar y dejarlas bien enterradas en el tiempo. Las malas madres no van al cielo.

Anónimo dijo...

Cruel pero tan real, muchas veces fingimos las cosas y aquí esta el resultado. Ojala que no sigas escribiendo así.

DUELE

 Verte y que no me veas. No me importa que no me saludes, Duele que así seas. Que tengas otro es tu decisión, Al olvido invito yo. Duele que...