sábado, 8 de noviembre de 2008

LOS DOS CHINOS

Entro al cafetín al lado del instituto,
Hago tiempo para esperar a mi hermano.
Las mesas del café llenas en la entrada,
El pasillo me lleva a la sala del billar.

El “chino” me saluda al pasar,
Grita que me va a llevar lo de siempre;
Un whisky con hielo y algo de agua,
Estar aquí es una buena costumbre.

Mi papá tenía su “bodeguita”,
Se juntaba con los del correo
Para tomar vino el resto del día,
Aunque el trabajo estaba primero.

Nunca nada lo detenía,
Llovía a cántaros y el salía.
Recuerdo las madrugadas así,
Todos preocupados por su ir.
La barra de Necochea saluda
Y me tiran una invitación,
Sumarme al juego de locura,
Estoy aburrido y no digo que no.

El tiempo se detiene en “los dos chinos”
Nada se mueve, todo se queda quieto.
Afuera pasaron los años,
Fuimos creciendo todos.
Adentro se congelaron las mesas,
Tantas alegrías y algunas tristezas.
La fachada es la misma de siempre
No cambia el bar su frente.
Las sillas se quedaron clavadas
Y los habitúes no se movieron para nada.
A veces tengo ganas de volver a entrar
Pero ya no tengo a quien esperar.
Ir a la mesa de billar
Pero la barra no esta para jugar.
Tengo ganas de un buen whisky
Pero el scotch no es bueno aquí.
Se perdió la historia buena de la ciudad,
Las aventuras, las ausencias en el bar…

- Eso algún día volverá -

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchos momentos vividos en el pasado quedan en el pasado y en el presente solo quedan en nuestro corazón... Aunque quisieramos que esos momentos se volvieran presentes, algo lo detiene, el mundo sigue girando, no se detiene aunque lastime al corazón... Abrazos

Dulce

ALEJANDRO dijo...

Si, son momentos que quedan grabados en los recuerdos que lleva a menudo a nuestra mente a volar por ellos para tener mas cerca a esas personas que ya no están.

DUELE

 Verte y que no me veas. No me importa que no me saludes, Duele que así seas. Que tengas otro es tu decisión, Al olvido invito yo. Duele que...