miércoles, 26 de diciembre de 2007

SER PADRE

Llegaste un día 10 igual que yo,
para mi un orgullo inmenso.
Tu madre demostró su fuerza,
fueron largas horas para ella.
Entre en la habitación, dormías,
me acerque despacito te quería mirar.
Una mezcla de sensaciones, tristeza, alegría,
el corazón a mil revoluciones.
Levanté un poquito la manta que te cubría,
que lindo eres mi querido niño,
mi primogenito en esta vida,
el fruto sagrado de un gran amor.
No te quería molestar demás,
me apartaba cuando tomaste mi mano,
tus deditos me sujetaron, una lagrima rodó por mi rostro,
no pude ocultar tanta emoción.
Sabrías quien era yo? Esa habría sido la razón?
No lo se, y no me importaba, eras mi hijo y yo tu papá.
Perdón por no saber como sostenerte,
perdón por emocionarme al mirarte.
No sabes que orgulloso me siento hoy,
y me imagino a futuro, esperando una palabra,
una muy especial, que digas: Papá.

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DUELE

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