Salgo a caminar, una línea blanca en el piso me guía,
me recuerda esa piel especial que fue mía.
Siglos pasan como si nada,
en mi pasado no hay princesas ni hadas.
Llevo conmigo su ternura en rojo,
sus besos pintados en algún color.
Llevo en mi alforja sus palabras,
en mi cantimplora su manantial.
Salgo a caminar, el viento me lleva,
tengo presente su delicada belleza.
Días pasan veloces sin poder contarlos,
me pregunto como has estado...
Llevo conmigo su pasión,
su mirada y el dulce calor.
Llevo en mi cuerpo sus caricias,
su piel la mas grande delicia.
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