Abro los ojos y extraño mirarte.
Muevo los dedos buscando tus curvas,
huelo el aire y no esta tu perfume.
Mojos mis labios recordando tus besos,
extraño el calor dulce de tu cuerpo.
Hoy mas que nunca te sigo eligiendo,
siempre única entre cientos.
La dueña de mi corazón
y de mi deseo eterno.
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