Creo en tu voz de niña
Y en tu canto de mujer.
Maldigo las horas perdidas
Y la duda del tal vez.
Creo en tus caricias tiernas
Creo en tus caricias tiernas
Y en el roce frío de tus pies.
En los días de cautela
Y en los que buscabas mi piel.
Creo en vos mi dulce nena
Creo en vos mi dulce nena
Y en tu gran amor.
En las noches serenas
Y aquellas de ardiente pasión.
Creo en vos
Creo en vos
Te deseo, amor.
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