Cuando estés mojada
y no sea por la lluvia.
Cuando tengas temperatura
y no sea por fiebre.
Cuando desees mis manos en tus pechos
para rozartelos.
Cuando tus muslos se separen,
abriendo camino hacia tu sexo humedo,
sagrado, tierno y en vaivén...
Nota del Mago: A quién deseo? Si, a ti, que aún sigues sin darte cuenta de todo
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